Elena

Empecé enseñando inglés en España, para lo que contaba como preparación únicamente con mi nivel casi nativo estudiado por mi cuenta y el certificado CPE. La persona que me contrató (el dueño y director de la empresa) era estadounidense, él mismo profesor de inglés, y juzgó que mi nivel era suficiente para unirme a su equipo de profesores nativos. Muchos años más tarde cuando ya tenía más de diez años de experiencia, hice un curso a distancia de TEFL, y desde entonces, aparte de veterana, soy una profesora de ESOL calificada. Además, en China, donde viví diez años, cursé un máster en Lingüística y Lingüística Aplicada (cursado en idioma chino). Recientemente he obtenido el HSK 6 (equivalente a B2-C1) Al empezar mi andadura como profesora de español en la Universidad de Lenguas extranjeras de Dalian, obtuve el certificado de examinadora DELE de los niveles A1 y A1 para escolares, A2, B1,B2, C1, y C2, y participé como examinadora en cuatro convocatorias de DELE, en tres de ellas como examinadora jefe.

¡Hola! Me llamo Elena y soy española. Llevo 18 años enamorada de mi trabajo, estudiando y dando clases de idiomas. Pero ese no era el plan inicial. Me gradué en Telecomunicaciones en la universidad, pero poco después me di cuenta de que mi pasión por el inglés me quería llevar por otro camino, así que me hice profesora de inglés como segunda lengua. Muchos años después, mi interés por el chino se convirtió en otra pasión imposible de ignorar, y así me embarqué en una aventura de diez años a China, donde perfeccioné mi chino y cursé un máster en Lingüística, mientras seguía enseñando inglés a estudiantes chinos. Una vez acabado el máster, me contrataron como profesora de español para la carrera de Filología Española, y me pasé los cinco años siguientes enseñando (y, al mismo tiempo, redescubriendo) mi lengua materna. Desde primer año de carrera hasta estudiantes de máster, he enseñado todas las habilidades prácticas del español, así como apreciación del arte y la cultura hispánicas, e incluso sus métodos de enseñanza. Empecé enseñando inglés en España, para lo que contaba como preparación únicamente con mi nivel casi nativo estudiado por mi cuenta. Enseñé todo tipo de clases de inglés durante siete años en una academia de dirección estadounidense, desde niños a partir de cuatro años hasta adultos, clases de grupos, tutorías privadas, clases en compañías, cualquier situación y perfil de estudiante que se te pueda ocurrir, lo enseñé entonces. Las clases se llevaban a cabo exclusivamente en inglés, creando así un entorno idiomático del que los alumnos se beneficiaban mucho tras superar las primeras semanas difíciles. Creo firmemente en este planteamiento y lo aplico tanto como puedo con mis estudiantes. Otro aspecto de l enseñanza en la academia era que seguíamos siempre un libro de texto, cuidadosamente seleccionado para cada nivel, lo que garantizaba un progreso continuo y organizado. Dar unos pocos deberes después de cada clase es otro hábito de entonces que conservo todavía. Aunque sean solo quince minutos de trabajo, ayuda mucho a la retención del alumno. Todo lo mencionado anteriormente continuó básicamente igual cuando me mudé a China y mis alumnos pasaron a ser niños y adultos chinos, ya que seguí aplicando todo lo que había aprendido durante esos primeros años de enseñanza. En 2018 finalmente obtuve mi certificado oficial como profesora TEFL y desde entonces puedo decir que soy una profesora veterana y cualificada. En cuanto al español, fui profesora de español en la Universidad de Lenguas Extranjeras de Dalian de 2018 a 2023, justo después de graduarme del máster en Lingüística y Lingüística Aplicada en la Universidad de Tecnología de Dalian. Poco después de empezar a trabajar, me registré en el programa de certificación de examinadores oficiales DELE de instituto Cervantes y obtuve el certificado para los niveles A1 hasta C2. Estos dos procesos de aprendizaje me han proporcionado un entendimiento más académico sobre el lenguaje y su adquisición lenguaje (en general, y del español en particular). Eso, combinado con mi larga experiencia práctica anterior, ha elevado mi capacidad de satisfacer las necesidades de cada estudiante específico, sin importar su edad, lengua materna o contexto social. El planteamiento sigue siendo el mismo en cuanto al la creación de un entorno lingüístico inmersivo durante mis clases, y recurro lo menos posible a la lengua materna del estudiante (ya sea español, inglés o chino) para mantener un patrón de adquisición natural, pero no hasta el punto de desperdiciar valioso tiempo de clase. A veces una rápida traducción o una explicación en la lengua del alumno ayuda enormemente, y es un recurso que utilizo con mucho juicio. Debo decir que si que suelo hacer mención a similitudes o disparidades entre la lengua materna y la lengua meta cuando lo considero útil a nivel de retención (siendo a menudo el caso cuando entra en juego el sentido del humor). Dicho todo esto, si el estudiante lo pide específicamente, puedo llevar a cabo la clase en su lengua materna durante las fases iniciales del aprendizaje.